A cada primarca se le puso al frente de una legion creada a partir de su propio material genetico. Cuando los primarcas regresaron para liderar sus legiones, el Emperador regreso a la Tierra para continuar sus investigaciones y allano el camino para el resurgimiento del nuevo amanecer del Hombre. Con una fuerza arrolladora y una destreza en combate sin parangon, los primarcas consiguieron ampliar los limites de la galaxia reclamando miles de planetas en nombre del Emperador. Las hazañas de cada legion fueron innumerables, igual que las realizadas personalmente por los primarcas. Baste decir que fue una epoca dorada para los ejercitos y los servidores del Emperador de la Humanidad.
Pero, incluso en la cuspide del poder del Emperador , surgio un enemigo que queria destruir su creciente imperio. Aunque ningun enemigo alienigena podia equiparar el poder de los Marines Espaciales, el Caos habia sembrado las semillas de la destruccion muchas decadas atras. La amenaza mas directa para el Imperio no provenia de la basura xenos de la galaxia, sino que estaba entre los propios Marines Espaciales. El lider de esta rebelion, que mas tarde dio nombre a esta herejia, no fue otro que Horus, el mejor y mas alabado de los primarcas.
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